Si hay algo que más destacó de las canciones de Pink Floyd es su teclado, uno de los instrumentos pilares del sonido de este grupo como lo muestran los temas “The great gig in the sky" y "Us and them” del disco “Dark side on the moon”, “Comfortably Numb” y la dramática “Nobody Home” del disco “The Wall” o la genial "Shine on you crazy diamond".

Todos ellos, y muchos más, generan en mi distintas atmósferas que me han llevado a considerar a Pink Floyd como la mejor banda de todos los tiempos.

El responsable de manejar dicho instrumento, Rick Wright, falleció a mediados de setiembre a los 65 años debido a un cáncer terminal. La noticia me sorprendió porque pensaba que él y los demás integrantes del grupo volverían a juntarse en los próximos meses para un concierto benéfico como el que dieron en el 2005 con motivo del festival Live 8.

Wright, junto con el baterista Nick Mason, no gozaba de tanta fama como David Gilmour (guitarra) o Roger Waters (bajo). Sin embargo –reitero- era fundamental en el grupo no solo por tocar el teclado sino también por su trabajo de letrista y compositor.

Pocos días después de su muerte, David Gilmour le rindió tributo al tecladista. “Hay muchos tipos de música que no voy a poder volver a tocar sin él. Eso es un motivo de tristeza para mí”, dijo.

"Ustedes podrían decir que estaba en una posición secundaria, detrás de los más ambiciosos. Pero su trabajo fue poderosamente importante para toda nuestra carrera”, agregó el guitarrista.